Los catalanes han acudido a las urnas a depositar un voto, a expresar un sentimiento o una opinión, a perder el tiempo o a cometer un delito. Si de algunos dependiera -y no pocos- Artur Mas y su Gobierno, así como también todos y cada uno de los ciudadanos que conforman los partidos políticos y asociaciones que han promovido el derecho a decidir y que han continuado adelante con este proceso a pesar de los numerosos obstáculos, todos insisto, deberían ser detenidos y juzgados por un delito de desobediencia y prevaricación.
No sé por qué hay tanto temor a que la gente acuda a las urnas. Lo que ha ocurrido en Cataluña el 9N, llámese como se llame, no es otra cosa que una evolución lógica, una catarsis de todas las frustraciones y desafectos que el pueblo catalán ha ido acumulando desde hace años.
En mi opinión este país siempre ha estado roto, no ha existido jamás un sentir común, ni una identidad común. La casa está partida desde hace décadas y los que se erigieron como restauradores de la democracia durante la tan alabada Transición no supieron, no pudieron y no quisieron reconciliarnos a todos.
El pulso entre Rajoy y Mas va mucho más allá de las posturas irreconciliables de dos líderes obtusos. Se trata de los ciudadanos y sus necesidades.
La pregunta no es si es ilegal, si no vale, si fue una pérdida de tiempo, la cuestión es el “por qué” los sentimientos, las emociones tan importantes q expresarse aún en contra del viento que sienten, le han impuesto, la pregunta es por qué insisten en decir “presente”
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Gracias por compartir tu reflexión. Un saludo
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