Irán ha acordado con las seis grandes potencias no enriquecer uranio por encima del 5% a cambio de recibir 4200 millones de dolares en divisas. De esta manera se frena el programa nuclear iraní y se rebaja en parte el embargo impuesto a dicho país. Para algunos líderes, como Barak Obama, el mundo es ahora un lugar más seguro. Pero enterrar el problema no es solucionarlo. Arabia Saudí e Israel han puesto el grito en el cielo pronosticando consecuencias nefastas. Las seis grandes potencias (EEUU, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania) junto con otros países (como Israel, Pakistán, India o Corea del Norte) poseen armamento nuclear. Tal vez lo más sensato sería que todos los países destruyeran su arsenal. Los amos del mundo siguen diciendo «tú no, pero yo sí; tú sí, pero yo no».
Fernando Prado.

