Siempre he tenido la impresión de que una de las disciplinas menos populares de la gimnasia artística y al mismo tiempo, quizás, una de las más ingratas, es la de las anillas. 

Algunas personas permanecen colgadas de unas anillas, resistiendo todo lo posible para evitar la caída, porque caerse es poco menos que morir. Y no solo eso, sino que además, deben hacer todo tipo de acrobacias para sobrevivir.

Afortunadamente -para mí y creo que para muchos- es muy probable que el próximo gobierno de España lo formen perros y perras socialistas, comunistas, independentistas y etarras en lugar de amigos de narcotraficantes, organizaciones criminales, ultraliberales, matones y nazis. Quiero pensar que el futuro -o lo que sea que entendamos por eso- será más feminista, más verde, más justo, que la sanidad y la educación de calidad seguirán sin ser un privilegio de unos cuantos, que no habrá lugar para los intolerantes, que no habrá censura, que no sentiremos miedo por expresar nuestras ideas, ni por amar a quien nos dé la gana y que la libertad no será un producto del que algunos se apropian para utilizarlo con el fin de separarnos, dividirnos, polarizarnos y enfrentarnos.

Fernando Prado.

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