
Las crisis creativas son esos tediosos y odiosos períodos de inactividad en los que se es incapaz de escribir una línea, dibujar un trazo, desarrollar una melodía. Para mí son el vacío y esa nada me acaba arrastrando a un foso de desánimo, desmotivación, apatía, irritabilidad y, en muchas ocasiones, me sume en un aburrimiento atroz, insoportable, y hasta acaba siendo una sensación física, un no poder mover el cuerpo. Se cuestiona uno si merece la pena seguir adelante con lo que sea que se haga, para qué si no tiene ni el más mínimo valor, ni un ápice de calidad; qué sentido puede tener continuar con procesos que a menudo son dolorosos y que requieren de un esfuerzo -intelectual y físico- considerable. Es absurdo, no merece la pena perder ni un solo minuto más en esto o aquello, no se quiere seguir trabajando para el diablo. Y lo quiero tirar todo, y quemarlo todo, y deshacerme de mis guitarras, y no componer ni un solo compás, ni dibujar ni un solo trazo, no escribir ni un sola línea más.
A veces no queda más que sentarse y esperar a que algo suceda. Y, afortunadamente, acaba sucediendo.
Fernando Prado.
*¿Te gustó el artículo y la ilustración? ¿Nos apoyas con 2$, 5$ ó 10$ al mes en patreon? o también puedes hacerlo en Ko-fi a partir de 3€. Llevamos más de ocho años ilustrando la actualidad. GRACIAS
