Cuando era niño y escuchaba «La maldita primavera» me llamaba la atención que alguien maldijera a una estación del año, no entendía la canción. La original es italiana, la primera versión en español es de Yuri y la hizo en 1982. Cualquiera que haya vivido en México desde entonces, seguro que la escuchaba en la radio a todas horas.

Recuerdo que había unos despertadores con radio, que marcaban las horas en rojo, podías elegir si querías despertarte con el típico sonido de «alarma» o con tu estación de radio favorita.

«La maldita primavera» me despertó muchas veces así, aunque volvía a dormir porque iba a la primaria por la tarde, pero mi madre o mi tía sí, siempre escuchaban música para despertarse, y preparar todo e irse a trabajar. Así que entre sueños la escuché muchas veces junto a todo el pop nacional como Flans, Pandora, Mijares, Luis Miguel, Emmanuel, Juan Gabriel, Timbiriche, Daniela Romo o la mismísima Yuri.

Llevo varios meses con ella en la cabeza, e indagando en la red encontré una nueva versión para nostálgicos donde Flans y Pandora la cantan y un momento después sale Yuri al escenario y les acompaña. Supongo que la misma imperiosa necesidad emocional, que siento cuando escucho la palabra «primavera», que me lleva a pensar en la canción, es la misma que las reúne a ellas en el Auditorio Nacional y a cientos de miles de fans a compartir ese momento.

Vuelven las canciones de los 80, se reúnen nuevamente los grupos de décadas anteriores, reinterpretan sus éxitos, vuelven artilugios de entonces como relojes, casetes, vinilos, ropa, costumbres, series, libros, incluso violencias y conflictos bélicos, vivimos en un constante reseteo y reiniciado que ni siquiera la pandemia pudo cambiar, incluso me da la impresión de que aceleró todos los procesos. Y aún así yo no consigo sacar de mi cabeza a «La maldita primavera» en este otoño de calor.

Augusto Metztli.

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