No sé si fue por mi proceso migratorio, pero los años de Rajoy me parecieron tan intensos y complicados, mi percepción era que gobernaba con la intención de hacer sufrir a las personas, en especial a las más vulnerables y en el camino ocultar la corrupción de décadas de la organización criminal PP.

Había tanta gente que tenía en común: el sufrimiento, la rabia, la decepción y las ganas de hacer algo por ellas mismas, que se empezó a organizar en colectividades que buscaban mejorar la vida del resto. Y así sucedió una de las cosas más emocionantes y esperanzadoras que vi por aquí, el llamado «15M», la política volvió a las plazas, volvió a ser un asunto público y poco después saltó al parlamento, de varias maneras. Primero aquí en Galicia con una coalición de izquierdas liderada por Beiras, es curioso pero también estaba Yolanda Díaz, más adelante con Podemos a nivel nacional y de nuevo en Galicia con las llamadas «Mareas» y en el resto de España con otros partidos, con todo tipo de nombres y nacidas en las plazas. En poco tiempo, muchos de ellos gobernaron ayuntamientos.

En general, Pablo Iglesias nunca me convenció del todo, su protagonismo y machismo me resultaban muy cansinos. Su lenguaje violento y bélico, me parecían muy a lo de siempre. A la misma velocidad que fueron perdiendo votos, fueron fragmentándose aquellos primeros fundadores de Podemos, a los que también les encontraba «peros», a Bescansa le conocí de cerca e igualmente me decepcionó. Y así pasaron los años y con muchos menos votos que al principio, PSOE, Podemos e IU y no recuerdo si alguno más formaron el primer gobierno de coalición de la historia de este país.

Elección tras elección Mareas, Podemos, Izquierda Unida, Más Madrid y todos los partidos surgidos de las plazas fueron perdiendo elecciones y quedando fuera de ayuntamientos y comunidades autónomas. Ahora Podemos y el resto casi desaparecen del todo, el nuevo aire que impulsó su supervivencia fue Sumar de Yolanda Díaz, de no haberlo hecho así, habría un gobierno fascista en España, presidido por el narcopolítico Feijóo y el franquista de Abascal.

Podemos decidió salirse de Sumar y con esto, ha hecho «redonda» su historia.

Cuando los soberbios dirigentes de Podemos, se cansaron de echar a todo aquel o aquella que difería de la dirección nacional, ahora que ya no tiene a nadie, han decidido echarse a ellos mismos y pasar al grupo mixto.

Toda la ilusión que llenó aquellas plazas y que fue inspirador para tanta gente, es solo un recuerdo. Ahora están vacías, bajo el sol ardiente de nuestro cambio climático y con los fascistas con un pie en ellas.

Augusto Metztli.

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