El día en que Pedro Sánchez sería investido por segunda vez, como presidente de España en el Congreso de las Diputadas, hizo una mención al hermano de Ayuso por haber cobrado comisiones sospechosas, y que Pablo Casado denunció públicamente, por lo que fue destituido y relevado por Feijóo, como maniobra para tapar dichas corruptelas (todo promovido por el ala más ultra del PP). En ese momento Isabel Díaz Ayuso que estaba en la tribuna de invitadas, dijo «Qué hijo de puta».

Cuando le preguntaron por esto, ella respondió que en realidad había dicho «Me gusta la fruta». Toda la escena me resulta sin sentido y me fastidia que gente así tenga responsabilidades, que maneje dinero e instituciones que son de todos y todas, esas personas no deberían tener ni un cáctus a su cargo.

Lo honesto y congruente sería mantenerse en el insulto, que seguir con la ridícula historia de «Me gusta la fruta». El insulto, la burla, el desprecio y la violencia ella sí lo entiende, es su medio, el de su partido, eso si dice que le gusta, le creo. Lo que no entiende es a la fruta, por eso no le puede gustar.

No entiende la fruta, porque no entiende: a los árboles, a las semillas, a las plantas, a los ciclos, a los cuidados, a la tierra, a las lunas, a la composta.

Hace tiempo que considero a las frutas, a los árboles y a la naturaleza en general, incluyendo a la fauna (exceptuándonos) como lo único que tiene sentido en nuestro sistema solar. Por eso me sorprendió que Ayuso hablara de frutas tan a la ligera.

Augusto Metztli.

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