En España, si se le debe dinero a hacienda, se debe de pagar de inmediato o en un plazo mínimo determinado por ellos; si hay que pagar algo en el ayuntamiento también hay un plazo a cumplir. Una multa, en fin… el ciudadano debe de pagar a la hucha que administran los políticos en plazos definidos e irreductibles. Pero si es a la inversa, y es el Estado, Hacienda, el ayuntamiento o la Seguridad Social quien le debe dar una cantidad de dinero al ciudadano, los tiempos no solo no se cumplen, en ocasiones no existen mínimos, ni garantía de que ese pago suceda.
María Carrera, una mujer muy valiente, vecina de aquí de Vilagarcía de Arousa, se ha plantado afuera del Concello (ayuntamiento) en huelga de hambre, para exigir a la Xunta de Galicia, agilidad en la tramitación del RISGA (prestación periódica destinada a garantizar los recursos de subsistencia a quien carezca de ellos, mediante un proyecto personalizado de inserción). Está ahí con toda la dignidad, honor y coraje de quien exige lo que por derecho le pertenece, y resulta inspiradora. Al día de hoy, 15 de abril, tendrá prácticamente dos semanas sin comer. Sabemos que su lucha no será en vano y que su manifiesto será tomado en cuenta.
Ya lo decía Bertolt Brecht: «…hay mujeres que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles.» Así es María, de las imprescindibles. Gracias por eso.
Augusto Metztli.