Toy Story cumplió 30 años de su estreno. Una de las películas más brillantes que hicieron Pixar y Disney, con una técnica de animación en su momento pionera y un guion maravilloso de muchas lecturas y capas. La vi por casualidad, mi tía Gloria en una reunión familiar, para entretener a mis primos y primas pequeñas los mandó a la habitación y les puso Toy Story en VHS, yo me quedé para acompañarles y ahí fue que la vi y me pareció sorprendente, graciosa y entretenidísima.

He visto las posteriores, incluso algunas en el cine, son de mis películas favoritas de Pixar, junto con Ratatouille y Coco. Pero en el camino de recordarlo, me ha decepcionado saber que Disney ha decidido claudicar en la lucha contra el uso de la IA generativa, y se ha unido a ella, participando en el capital de «OpenAI», en específico en «Sora», la que genera vídeos robándonos. Incluso subirá algunos a su plataforma de streaming Disney plus.

La IA generativa es un sistema automatizado de robo masivo, extractivista, violenta, corrupta y fascista, vulnera nuestros derechos de autoría, y muchas empresas están más preocupadas en cómo unirse a la burbuja tecnológica, que en acotarla y regularla.

Pronto los juguetes dejarán de ser de Andy, Molly o Bonnie, pasarán a ser de Sora.

Augusto Metztli.

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