El periódico «de toda la vida» pasa por un vertiginoso descenso, arde y se hace cenizas. Su modelo de negocio ha cambiado y se nutre de la pestilente especulación. Donde los bancos y los fondos de inversión traducen y filtran lo que leemos en sus páginas.
Por fortuna han surgido en internet, medios informativos generales y especializados en toda clase de temas. Periodismo ético, que solo se debe al apoyo financiero de sus lectores y a la poca publicidad que tienen. Hay para todos los gustos y con talentos que El País, Público, el Faro de Vigo, el Mundo y muchos otros, despidieron en su momento bajo argumentos más parecidos a un chiste que a una razón objetiva. Cito como ejemplos El diario.es, Mongolia, Materia, Libero, Infolibre, Periodismo Humano, Jot Down, The objetive, Yorokobu, Frontera D, Diagonal, La Marea y muchos más, que enriquecen nuestra visión del mundo.
Augusto Metztli.