Ahora que la religión ha vuelto a las aulas para adoctrinar a vuestros hijos (el que los tenga) e inculcarles los valores cristianos de la misericordia y el perdón, muchos estarán satisfechos porque considerarán que sus hijos contarán con las herramientas necesarias para convertirse en hombres y mujeres de bien, ciudadanos ejemplares, luchadores y defensores de «La Fe» en un mundo apocalíptico y lleno de herejes. Cuánto ha trabajado el señor Rouco.
Detrás de esta noticia y de los gravísimos hechos, lo que más me inquieta es saber que ni la Administración autonómica, ni los centros escolares, ni los padres se presentaron como acusación.
Fernando Prado.