Es una niña pequeña, dijo el oficial del hospital. Casi no se puede reconocer su cuerpo, pero cuando ves su cara puedes notar que era una persona joven. Una niña pequeña y hermosa.
Tenía diez años. Era una niña. Nadie sabe su nombre, nadie lo menciona. Era una pequeña que usaba trenzas.
La niña llegó al mercado. Era un mercado lleno de gente, en hora pico.
El detector de metales sonó cuando ella pasó. Un hombre procedió a revisarla.
No hubo tiempo de nada. La niña bomba estalló.
La pequeña, sin nombre y que usaba trenzas, voló en mil pedazos.
Era sólo una niña. Tenía diez años y era hermosa.
Lola Zavala.
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Cuando creí tener el corazón endurecido… llegaron tus palabras.
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Gracias, así es, conmovedora. Obra de nuestra colega y amiga Lola Zavala 🙂
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