Hace años, sonó el teléfono, era Ramsés Figueroa. Se presentó y me dijo ¿Qué hay que hacer para participar en tu revista? En ese entonces hacía la revista Casiopea, y justo buscaba un escritor para desarrollar mi idea para el siguiente número. Así que su llamada fue providencial, no solo colaboró con el cuento «La bruja del Mercado» sino que se sumó al equipo que hacíamos la revista. Desde entonces somos amigos, ya hace once años de aquello.
Acabo de leer su último libro «Juego de niños» compuesto por dos cuentos. Solo hablaré de «Paixtle» (uno de los dos que hay en el libro). El Paixtle es un personaje popular que danza en las fiestas de algunos pueblos de la zona occidente de México, se llama así porque está totalmente cubierto de paixtle, una especie de heno que cuelga de las ramas de los árboles. En el libro es la pieza que cohesiona toda la trama a lo largo de décadas, en un típico pueblo de Jalisco.
Me gustó leerlo con el mismo estilo de antes, pero con recursos diferentes, con herramientas nuevas. De todo lo que había leído suyo, no recuerdo que la situación y personajes hayan sido tan manifiestamente locales. Todo el tiempo venían a mi mente paisajes que también describió Juan Rulfo o Juan José Arreola.
El lenguaje que utiliza es tan de Jalisco, que resulta conmovedor, lo que no sé si sería conveniente en una edición futura poner un glosario, para hacerlo accesible a más público, porque hay palabras y expresiones que no se entenderían en todo su esplendor. Llevó muy bien el recurso generacional, ató muy bien unos con otros. Es un cuento circular y raro.
El recurso del Paixtle es muy “plástico», antes de leerlo no tenía idea ni de qué era, ni que se disfrazaban de eso. También me resulta inquietante. Lo de colar la corrupción, la impunidad, los amiguismos, los conflictos de intereses materiales, la destrucción del patrimonio local, embutido en un cuento es un puntazo.
Y como siempre he dicho, él en sus cuentos pone las reglas del juego y esas son, no hay más, es la lógica espacio-tiempo Ramsés Figueroa.
Lo siguiente a saber es a dónde correr a comprarlo: en bastantes librerías de Guadalajara en México y si te queda a desmano, puedes comprarlo en la web de la editorial «Paraiso perdido».
Augusto Metztli.