Hace poco descubrí que en el mar en calma al que vamos, aparecía una ola misteriosa e inexplicable a una determinada hora del día, hasta que indagamos y nos dijeron que se debía al cambio de marea, era el inicio. Aquí en el Atlántico Galego, se notan las mareas y mucho. Hace años, cuando iba a unas charlas con un brujo-chamán, nos decía que hiciéramos un altar de poder y en él pusiéramos un vaso con agua, que nos ayudaría a purificar el espacio y la energía que fluía. Durante un tiempo lo puse, pero lo que más me fascinaba era ver cómo iba desapareciendo el agua, al cabo de unos días el vaso quedaba vacío. Sabía que el agua se evapora, pero no por eso me dejaba de sorprender verlo. Un día de lluvia mientras estábamos en clases en la Prepa 5 de la U de G, Andrés, un buen amigo, salió a los pasillos que daban al jardín descubierto y me dijo: ¿Quieres ver algo fascinante? mi mano terminará con el viaje de cientos de metros que realizan las gotas de agua. Se apoyó en la barandilla, sacó su mano y las gotas de agua comenzaron a romper en ella, terminando con su viaje. Fue una bellísima reflexión existencialista.

Mi fascinación por el agua, es mayor al saber que es uno de los elementos más anárquicos que hay en el universo, tal como lo explica el periodista científico Alok Jha, que ha reparado en muchas de sus peculiaridades: Transgrede las leyes de la química, no debería ser líquida debido a los elementos que la componen, la materia cuando se enfría se contrae, el agua hace lo contrario, se expande, por eso el hielo flota en el agua líquida manteniendo su temperatura, y gracias a eso, estamos aquí los seres vivos. Las moléculas de agua desafían las leyes de la gravedad, y se atraen unas a otras hacia arriba, razón por la cual las plantas y árboles pueden llevar agua hasta sus hojas. El agua no tiene sabor, no tiene aroma y no tiene color. Las moléculas de agua de ahora, son las mismas desde hace millones de años, el agua de nuestro cuerpo puede ser la misma que bebían los dinosaurios, toda el agua de nuestro planeta es extraterrestre. La anarquía del agua es nuestra supervivencia.

Si creyera en dios o en una diosa, sería en el agua.

Augusto Metztli.

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