El 12 de octubre se celebra la fiesta nacional de España, o fiesta de la hispanidad. No es casual la fecha, ese día Cristóbal Colón se topó (sí: topar, no descubrir) con unas pequeñas islas del continente americano. En México es el día de la Raza, en Argentina es el día del respeto a la diversidad cultural. Aunque yo prefiero celebrar el día de la Resistencia indígena como en Nicaragua y Venezuela.
Después la historia la escribieron una sucesiva lista de nombres como Hernán Cortés o Francisco Pizarro, con genocidios de indígenas (no indios), saqueos, esclavitud, destrucción y sometimiento en nombre de una corona, de una religión, de un dios y de cualquier otro disparate que sirviera para paliar la ambición desbocada. Aunque creo que no fue así, fue algo más simple y por eso demoledor, puede ser que tan solo anhelaban destruir algo bello, algo que jamás podrían construir…
«Totenan, totzacuil” (náhuatl: nuestro muro, nuestro amparo ), «¡Axcan quema, tehuatl, nehuatl!” (náhuatl: ¡Ahora sí, tú o yo!) [Grito de guerra]
Augusto Metztli.
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Como gustan estos artículos.
Ahora resulta que Hernán Cortés con sus 13 arcabuceros y sus 519 soldados las tenía todas para ganar al Imperio Azteca. Fue su astucia la que permitió que derrotara a un imperio que llevaba vivo 600 años. No se habla de la quema de las naves, de los enterramientos de los caballos, de la alianza con Tlaxcala o de las guerras floridas. No se habla de Malinche.
¿Para qué mencionar la Junta de Valladolid en la que se debatió si los indígenas eran criaturas de Dios y si, por tanto, tenían alma? Para qué hablar de la decisión, tomada después de la intervención del mismísimo Papa. Es incómodo para muchos reconocer que la conquista española fue la primera guiada por sacerdotes, quienes eran los primeros en adentrarse en territorio virgen para convertir a los pueblos.
Fue una guerra, con todo lo que conlleva. Eran otros tiempos para los que la mentalidad actual no es aplicable. Asumámoslo.
Menos mal que están en sudamérica y que no están escribiendo esto desde una reserva indígena… esos sí que pueden hablar de genocidio.
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Gracias por tu comentario. Saludos desde Galicia.
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