A Farzana Parveen la asesinaron lanzándole piedras y ladrillos en las afueras de un edificio público en Pakistán. El motivo: casarse con un hombre con quien la familia de ella no llegó a un buen arreglo. La asesinaron frente a cientos de personas que contemplaron la brutalidad impasibles. Tenía tres meses de embarazo. Pero fue un asesinato de honor, el honor a conveniencia, y evidentemente machista.
No veo el punto de encuentro entre la humanidad y la divinidad a la que honran asesinando a dos o tres mujeres al día.
Augusto Metztli.