Dos hermanos terroristas han matado a 12 miembros de la redacción de Charlie Hebdo (medio de comunicación satírico francés). Una tragedia más para el periodismo, con la que comienza la cuenta del 2015, porque la de 2014 se cerró con 138 periodistas muertos en todo el mundo.
Nos olvidamos de que el terrorismo es directamente proporcional a la represión, explotación, saqueo y violencia que ejerce el capitalismo voraz, consecuencia de un fundamentalismo económico, pero fundamentalismo al fin, asesinos de corbata. Los locos ultrarreligiosos matando gente le pertenecen a Europa, a Estados Unidos y a los árabes que los financian.
La libertad de expresión no está en peligro. Mueren más de cien periodistas cada año en todo el mundo, y los represores no consiguen el silencio, menos ahora con las herramientas divulgadoras tan poderosas como las que tenemos. Ni terroristas asesinos, ni gobiernos represores, ni leyes mordazas como la del idiota de Mariano Rajoy, pueden silenciar a los periodistas, humoristas, caricaturistas, reporteros, o ciudadanos corresponsales.
El humor, la inteligencia y la ironía ponen de muy mala leche al poder político, económico y religioso, porque los cuestionan y denuncian. Hacen evidente las miserias del establishment.
Stéphane Charbonnier, director de Charlie Hebdo hace dos años dijo: «Es mejor morir de pie que vivir de rodillas». Esa frase es de Emiliano Zapata.
PD.- Y me da mucha pereza ese rollito simplón e hipócrita de #JesuisCharlie. ¿Deben de morir 12 humoristas, dibujantes, redactores y demás profesionales de prensa, para movilizar a una sociedad? Cuestionar, curiosear, transgredir o buscar nuevos caminos, son intrínsecos de la naturaleza humana, y como tal, debe defenderse y apoyarse todos los días, y mucho mejor en vida.
Augusto Metztli.