En un lejano lugar, en la esquina de España, había un montón de niños gallegos disfrutando de una fiesta, entre salto, pirueta y viravuelta, saboreaban unos totopos con pico de gallo, y se retaban entre ellos para ver quién aguantaba más salsa Valentina en su botana. Entre soplidos y soplidos Lila Downs de fondo. La fiesta no terminaba, eran las 9 de la noche y por aquí el sol ibérico no se iba a dormir.
Augusto Metztli.
Me uno al reto «Valentina» ! Saludos!
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Hola. Nos alegramos porque es muy sabrosa, eso sí, intenta tener agua cerca 😉
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