Lista negra, pagar en negro, trabajar como chino, de Guatemala a guatepeor, hacerse la rubia… Las palabras no se recogen, y la estigmatización que ocasionan mucho menos. Por eso me obligo a ser consciente de qué digo, cómo lo digo y de no usar ninguna frase hecha que sea racista, sexista, machista o clasista.
Mi profesor de semiótica, el arquitecto Iñigo, nos decía que era muy importante ser consciente de nosotrxs mismxs en el espacio-tiempo, y eso implica cuestionarse para qué vamos a abrir la boca. Por eso Cristina Cifuentes, presidenta de la comunidad de Madrid, debe reflexionar ampliamente qué dice y cómo lo dice, ser consciente de su lugar en el mundo y del poder de su discurso. Las palabras son una prolongación de nuestros pensamientos, por eso pronunciar: “Sin tacón no hay reunión” , “hay que hacerse la rubia». Cuando te reúnes con hombres y «te haces la rubia», pero sin bajar la guardia, consigues muchísimo más», no es solo un descuido, ni una metedura de pata, ni una frase hecha, es toda una declaración de intenciones, cree en ello, y desde luego una de sus luchas NO es el feminismo.
Las rubias, las morenas, las pelirrojas, las jóvenes, las niñas, las adultas, las adultas mayores, todas viven en una sociedad en la que hay que luchar día tras días, para conseguir la igualdad que persigue el feminismo. Pero aquí y ahora, Cristina Cifuentes lo único que aporta en la lucha por la igualdad es: RUIDO E INCONSCIENCIA.
Augusto Metztli.
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Un comentario en “NO me hago la rubia, SOY RUBIA”