Ninguna de nosotras, habíamos vivido antes algo similar a lo que sucede ahora en España y en gran parte del mundo, cuarentenas masivas para intentar frenar el contagio del Coronavirus Covid 19. Lo que significa quedarse en casa y salir solo para lo imprescindible.

Los que tenemos un techo, agua, luz, una cama, un baño, internet, televisión, libros, música, nevera con comida, dinero para suministros, dos piernas que funcionen, un ambiente de concordia entre los que habitan la casa y una red de familiares conocidos para hacer frente a esta crisis, esto será una experiencia más, con sus matices y dificultades propias de urbanitas. Pero hay tanta gente que no lo tiene. Recuerdo muchos momentos de mi vida, donde no he tenido agua potable, o luz, o internet, o una nevera con comida, o dinero e incluso cuando no he tenido una cama en condiciones, y me pregunto, ¿si en ese momento hubiera tenido que hacer una cuarentena como la de ahora?. Las dificultades siempre son relativas cuando las comparas con situaciones menos favorables. La gente que vive en la calle ahora está aún más expuesta, tal como describieron a la perfección en Afroféminas en su artículo: «Coronavirus desde los márgenes».

Mucha gente decidió comprar y abastecerse como posesos ante la inminente orden de confinamiento que venía, lo primero que pensó fue en llenar sus alacenas y armarios con comida, papel higiénico y mascarillas, egoístas in-solidarios, muchos decidieron pasar la cuarentena veraneando en sus segundas residencias a pie de playa, muchos pensaron que vivían un adelanto de vacaciones, o lo que es lo mismo, vivir una pandemia a lo Kardashian. Mi abuelo decía que los malos ganan si son más que los buenos. Yo espero que este no sea el caso, por eso prefiero quedarme con la gente aplaudiendo en los balcones de manera espontánea al personal sanitario, me quedo con los recados en los portales de jóvenes ofreciéndose a hacer la compra de los mayores, me quedo con toda la gente que ha tenido iniciativas solidarios virtuales como conciertos YoMeQuedoEnCasa festival, funciones de teatro, proyecciones de cine, consultas online, clases y cursos en Frena La Curva, o con los niños y niñas que se comunican desde las ventanas con sus compañeras de clase.

«Hay alguien ahí,
tienes algo que me pueda servir,
un amigo de los de verdad,
un relato que no está inventado,
un país que no sea un negocio,
el señuelo que distraiga al bueno…» Depedro

Augusto Metztli.

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