Desde el 2011 recuerdo que comenzamos a usar bolsos de tela o similares para reducir el consumo de bolsas de plástico, desde entonces también comenzamos a reducir el consumo de casi todo. Me acordé de esto, porque el otro día, el responsable de medio ambiente de mi pueblo, llevaba su bolsa de plástico con unas cuantas cosas, se me hizo curioso el detalle, ya que el próximo año estarán prohibidas, y solo se podrán usar las de plástico compostable.

Hice un cálculo de cuántas bolsas hemos dejado de utilizar y es un número impresionante. Supongamos que por semana utilizábamos tres bolsas en el supermercado, dos en el mercado, ocho en la frutería y una más en algún comercio indefinido. Hacían un total de catorce bolsas. Multiplicado por 52 semanas, son 728 al año, de esto ya han pasado nueve años, por lo que hemos dejado de utilizar 6,552 bolsas de plástico.

A punto de que su uso quede prohibido, sigue siendo raro ver, que un hombre lleve su bolsa o sus bolsas de tela o materiales similares para guardar sus productos. Será por vergüenza, o que atenta contra su masculinidad, o contra su orgullo monetario ¿cómo es posible que yo no tenga unos céntimos para pagar bolsas?

Cada segundo arrojamos al mar 200 kilos de bolsas de plástico, tardan 150 años en degradarse y mientras eso sucede, se convierten en microplásticos, que ahora mismo ya empiezan a circular en tu torrente sanguíneo o en tus heces, no se sabe el impacto que puedan tener en nuestra salud.

Dejar de utilizarlas puede cambiarlo todo, ¿por qué no lo haces ya?

Augusto Metztli.

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