Dadme una corona y unificaré los territorios. Dadme una corona y aprenderéis a convivir habiendo olvidado. Dadme una corona y os guiaré hacia la salvación. Dadme una corona y haré de esta pocilga de herejes una gran nación. Dadme una corona y viviréis por encima de vuestras posibilidades. Dadme una corona y os arrebataré vuestro patrimonio cultural. Dadme una corona y sepultaré las diferencias milenarias entre identidades. Dadme una corona y os convertiré en fieles súbditos. Dadme una corona y comprenderéis siglos de expolios. Dadme una corona y os modernizaré. Dadme una corona y os rescataré del fango en que os habéis estado revolcando. Dadme una corona y os iluminaré con la sabiduría divina. Dadme una corona y veréis la luz del sol cada día. Dadme una corona y caminaréis sin tropezaros. Dadme una corona y conoceréis la libertad. Dadme una corona y obtendréis riquezas inimaginables. Dadme una corona y vuestros hijos heredarán la tierra. Dadme una corona y el mundo entero estará a vuestros pies. Dadme una corona y renunciaréis al orgullo. Dadme una corona y caminaréis siempre a mi lado. Dadme una corona y seréis la envidia de otros reinos. Dadme una corona y gozaréis del paraíso. Dadme una corona y accederéis a placeres inimaginables. Dadme una corona y hacedme intocable e inviolable. Dadme una corona y subiréis al edén cada vez que lo deseéis. Porque solo Yo puedo tenderos la mano. Porque solo Yo puedo evitar que os destruyáis. Porque Yo soy el elegido. Dadme una corona. Dádmelo todo sin temor a perderlo. Dadme una corona.

Fernando Prado.

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