Las hojas caían despacio, volando con el aire gélido que agitaba los árboles, se posaban suavemente y en silencio sobre el suelo húmedo del tétrico bosque. La niebla, omnipresente, acariciaba las ramas como el humo entre los dedos. Me transporté sin pretenderlo a un momento de mi niñez en el que metía mi pequeña mano en una bolsa de plástico llena de papelillos de colores, cogía un puñado, lo lanzaba al aire y me quedaba pasmado viendo cómo los diminutos trozos de papel volaban hasta que caían ensuciando el suelo.

Los recuerdos se debilitan y siempre corren el peligro de desaparecer en la bruma del tiempo. La niebla me oprime cada vez más y me provoca una sensación de hipoxia que se acerca ya a lo insoportable. Sin embargo, la memoria aún me dice que encima de esa pesada losa el cielo sigue siendo azul. Qué importante es la luz.

Un estudio publicado por la entidad Tax Justice junto con Public Services International revela cuánto dinero público deja de ganar cada país debido al abuso de las rebajas a las contribuciones empresariales y a la evasión de impuestos privados. Calculan que se pierden unos 427 mil millones de dólares (245 mil millones debido al abuso fiscal corporativo global y 182 mil millones por la evasión fiscal privada global). Ese dinero equivale a casi 34 millones de salarios de personal de enfermería, o lo que es lo mismo, el sueldo de un enfermero cada segundo.

Papelillo.

Fernando Prado.

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