Dime Jaguar, cómo volver del Cervantino

Eran mediadios del 90 y los miembros de Caifanes se separaban, una de las bandas más queridas por todos y todas decía fin. A los pocos meses Saúl Hernández comenzaba un nuevo proyecto, por cuestiones de «derechos»no podía usar el nombre anterior, así que decidió llamarle Jaguares. Para hacer el primer disco, se alió con los músicos de La Barranca. «El equilibrio de los Jaguares» fue el título de ese poderoso disco, publicado en 1996. Como siempre, yo me enteraba tarde de las cosas, así que en la cafetería de la prepa 5, todos tocaban y cantaban a coro «Detrás de los cerros» o la rarísima canción de «Las ratas no tienen alas». A mí me gustaban, sobre todo la segunda.

Por esas fechas comenzaba el Cervantino en Guanajuato, que es el festival cultural más importante de México. Me hacía mucha ilusión ir, yo trabajaba con mi abuelo, por lo que podía ahorrar algo de dinero y más la cooperacha de mis mayores, podía juntar lo necesario para el viaje y la estancia.

Con casi 16 años de edad me fui al Cervantino, ahí me encontraría con mi primo y sus colegas. Poco pude ver del festival, las entradas a los eventos eran muy caras y estaban agotadas, pero el festival también sucedía en la calle, y es ahí donde lo viví. Nunca he vuelto a ver tanto alcohol, tanta droga y tantas peleas como en esos días. Apenas había dónde comer, qué beber y dónde estar. La segunda y última noche que pasamos en el cuarto de azotea que alquilamos para dormir, tocaron la puerta de metal insistentemente, y una voz decía ¡ABRAN, LA POLICÍA!, una y otra vez, al final el más cercano a la puerta abrió y sí en efecto, era la policía. Venían con un chaval todo ensangrentado, pensaban que el agresor se escondía en nuestra habitación. El policía nos iluminó nuestras caras adormiladas, uno a uno, mientras le preguntaba: es él, es él, o es ella. El chico herido dijo que no estaba ahí al que buscaba, se disculparon y se fueron.

Al día siguiente volveríamos a casa, y ninguno de nosotros habíamos reservado el billete de vuelta, así que no había, pero también daba un poco igual, no teníamos dinero para comprarlo. Solo nos alcanzaba para el pasaje a un pueblo cercano, rumbo a Guadalajara. Intentaríamos ir puebleando y pidiendo raite hasta llegar a Guadalajara. Yo tenía un poco más de dinero que los demás, pero tampoco me alcanzaba para volver, así que antes de subirnos al primer autobús, fui a la Comercial Mexicana frente a la estación de autobuses, compré víveres para todos y el caset del «El equilibrio de los jaguares», no sé por qué lo hice, pero así fue, me apeteció y lo compré. Además así iba en igualdad de condiciones que el resto.

Poco a poco y de pueblo en pueblo, fuimos acercándonos a Guadalajara, eran 300 kilómetros más o menos, en algunos momentos ahí esperando en alguna gasolinera o en alguna esquina tarareábamos «Las ratas no tienen alas». Mi primo y sus colegas no eran muy avispados para pedir dinero ni para conseguir raite, pero yo sí. En el último tramo conseguí que un señor nos pagara los pasajes de todos al siguiente pueblo, donde él recogería su trailer lleno de cartones de huevos. Ya que llegamos nos pagó el taxi a la bodega, en medio de la nada, donde tenía el trailer, lo esperamos en una curva más adelante, porque si su jefe se enteraba se iba a meter en problemas. En medio de la carretera y de la noche, mi primo y su pareja, se subieron en la cabina con el chofer, sus amigos y yo detrás, en la caja del trailer, nos trepamos en los cartones de huevos, e hicimos todo el viaje ahí acostados. Yo creo que no rompimos ninguno. Nos bajamos en la esquina de Lázaro Cárdenas y Colón. De ahí cada quién para su casa. Me subí a un taxi y le dije al taxista que cuando llegáramos, me esperara a que le pidiera el dinero a mi mamá para pagarle, amablemente accedió.

Yo solo quería llegar, darme un buen baño, desayunar y escuchar una y otra vez el caset de Jaguares. En octubre habrá pasado un cuarto de siglo de aquello. Por eso Jaguares, me lleva al Cervantino y a la carretera.

Augusto Metztli

*¿Te gustó el artículo y la ilustración? ¿NOS APOYAS CON 2$, 5$ ó 10$ al mes? Llevamos más de siete años ilustrando la actualidad. GRACIAS.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.