
Cuando llegué a casa de mi abuelo y abuela materna era 1985, tenía cinco años, y tuvieron que construir un segundo piso para poder acomodarnos mi mamá y yo. Hicieron dos habitaciones y un baño, una para nosotras y otra para mi tía Gloria (hermana de mi mamá). Ella estudiaba en la Universidad para ser contadora. Durante mucho tiempo o aún ahora… me trata como si fuese su hermano pequeño.
Los fines de semana, mi tía se encerraba en su habitación y comenzaba a «sacar» canciones que le gustaban, utilizando una preciosa publicación de nombre «Guitarra fácil», podías encontrarlas de cualquier artista, o incluso recopilatorias tipo: «La Nueva Trova Cubana» o «Silvio y Pablo» o directamente «Grandes éxitos de Pablo Milanés», ella tenía muchísimas. En sus páginas encontrabas la letra de la canción, datos técnicos, como autor o autora, biografías, fotos y datos curiosos. Mientras leías cada verso, arriba de las letras veías la pisada (tono) que debías hacer en la guitarra y también el rasgueo correspondiente.
Así que durantes las tardes de fines de semana y días festivos, escuchaba a mi tía cantar las canciones de Pablo, reconozco muchísimas de él. Escucho algún disco de Pablo Milanés y me resultan familiares sus canciones. Con los años yo fui más de Silvio que de Pablo. Pero también escuché sus proyectos con Leo Brower. A Silvio y a Leo les vi y escuché en la FIL de Guadalajara.
A Pablo pude verlo aquí en Vilagarcía, yo estaba casi recién llegado a Galicia, fue en el verano del 2008. Venía con el pianista Miguel Nuñez y con el violinista Dagoberto González. El concierto fue de noche detrás de un enorme pabellón llamado Fexdega, era mitad de agosto, pero al ocultarse el sol hizo mucho frío. Salieron al escenario envueltos en toallas para calentarse, el pianista la usó todo el tiempo, Pablo, se la quitó. Una de las razones para que el concierto no se extendiera fue el inesperado frío.
Tiempo después conocimos en Vigo a Elba, ella y su hermano Raúl eran amigos de Pablo y habían colaborado conjuntamente en diversos proyectos con él. En canciones y discos, siempre de alguna manera, Pablo ha estado presente por uno u otro motivo. Por cuestiones de salud, Pablo Milanés también acabó viviendo en Vigo y después en Madrid.
Ahora que murió, me llamó la atención algo, en lo que evidentemente no había reparado. Fue de los primeros músicos cubanos posrevolucionarios que llevaba el pelo afro, y eso fue una reivindicación negra y afrocubana para muchos jóvenes, niños y niñas, a los que el racismo, les cuestionaba su propio cabello.
Pablo era combativo con la ternura, por eso me gusta.
Cuando se casó, mi tía, quiso cantar Yolanda en su fiesta, ella la sabía en la guitarra, pero no hizo falta porque le acompañó la orquesta.
Augusto Metztli.
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