Taco de nostalgia

En casa de mi abuela materna siempre había una cazuela con frijoles, queso adobera, un recipiente con salsa casera hecha en molcajete por Soledad y un kilo de tortillas. Si tenías hambre, a la hora que fuera, juntabas todos esos ingredientes y te hacías unos deliciosos tacos.

Eso aquí en Galicia es inviable, para empezar no hay queso adobera, juntar un kilo de tortillas no es fácil y traer un molcajete de México, es exceso de equipaje.

He visto la serie de «Las crónicas del taco» la temporada 1, la 2 y la 3 (Cruza la frontera) en Netflix y la nostalgia por los tacos se apoderó de mí. La serie es impecable, mezcla muy bien los testimonios de la gente que los consume, los expertos gastronómicos y la gente que los prepara (taqueros y taqueras). Está muy bien documentada, la diversidad de los tacos elegidos es representativa de las zonas geográficas de México y de USA donde hay presencia mexicana. Explican el origen de cada uno de los tacos y cuentan datos históricos curiosos, utilizando animaciones ilustradas. Es divertido, didáctico y muchas veces entrañable. La música es una gozada (trabajo hecho por el estudio Mono). Si no eres de México, es probable que te enteres solo de la mitad de lo que cuentan, porque hablan en «mexicano».

La mayoría de los tacos están hechos con carne animal, y con nueve años de vegetariano, mis opciones gastronómicas se han reducido, pero aún así hay mucha variedad o adaptaciones de las recetas originales que preparamos aquí en Galicia. El último taco al pastor no sé cuándo lo comí, tal vez hace una década o un poco más.

En «Las crónicas del taco» hay muchas frases memorables, me quedo con éstas: de uno de los tráilers de la serie «Si los tacos fueran una religión, la taquería sería la iglesia» a lo que yo añadiría, el taquero o taquera sería la sacerdotisa; «El taco es perfecto, es democrático», «un buen taco te puede trasportar a lugares preciosos» y «un taco es una abrazo de mamá, un abrazo de papá».

Cuando vives en México, da un poco igual la zona, el taco es un alimento muy accesible y cotidiano. Y en el día a día lo comes y aprecias. Pero cuando sales del país, cambia todo, en la distancia, es un alimento evocador, una conexión con la gente que quieres, con tus vivos y con tus muertos. La promesa de volver o la sospecha de que no te has terminado de ir, todo eso es un taco.

Augusto Metztli.

*¿Te gustó el artículo y la ilustración? ¿Nos apoyas con 2$, 5$ ó 10$ al mes en patreon? o también puedes hacerlo en Ko-fi a partir de 3€. Llevamos más de ocho años ilustrando la actualidad. GRACIAS

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.