La vergüenza es aquella cosa de la moral cristiana que a lo largo de la historia sólo ha servido para mantenernos sumisos, recatados, acomplejados y esclavos dentro de nosotros mismos. Personalmente no creo que haya nada de lascivo o inmoral en que una mujer o un hombre decidan despelotarse para tenderse en la playa a tomar el sol; tampoco que una mujer haga topless en una playa a la que acuden madres y padres con sus hijas e hijos, y personas de toda condición. Siempre me pregunto qué diferencia hay entre mostrar las tetas al sol y mostrarlo todo; creo que es algo que sólo puede molestar a los que siguen en las cavernas de la moral.
Este verano las piscinas públicas de Madrid celebrarán el Día sin Bañador o del Bañador Opcional. Se trata de una iniciativa -una iniciativa que, en mi opinión, debería ser copiada por todos los ayuntamientos españoles- que el Ayuntamiento ha puesto en marcha a raíz de la solicitud de la Asociación ADN (Asociación para el Desarrollo Naturista de la Comunidad de Madrid) y que permitirá la celebración de dicha jornada en las piscinas que lo consideren oportuno.
En el Diario de Arousa publicaron un editorial que no tiene desperdicio. En él se puede leer: «La abuela Carmena ha transformado el ayuntamiento de Madrid en una factoría donde nunca se dejan de fabricar disparates. La última genialidad ha sido autorizar la celebración del Día sin Bañador en las piscinas municipales. La portavoz municipal, Rita Maestre, que confunde desnudarse ante Dios con entrar en una capilla enseñando los pechos, seguro que se ofrece voluntaria para cortar la cinta inaugural. Y casi mejor que se encargue ella que la alcaldesa”.
Sí. Es una genialidad haber autorizado el dichoso Día Sin Bañador porque las piscinas municipales son de todxs lxs ciudadanxs y todxs, sin excepción, tienen derecho a utilizarlas independientemente de su condición sexual, su fe o la carencia de ésta, o su ideología, y también -como es lógico- las personas que han optado por el naturismo.
Si al ver a una persona en pelotas piensas que su comportamiento es indebido, lascivo o inmoral, el problema lo tienes tú.
Fernando Prado.
Lo qué pasa es qué ven a una mujer en pelotas y se creen qué es una putada buscando sexo.
O pueden pensar qué eres exhibicionista.
Lo más triste es qué en las playas nudistas hay demasiados voayeur con los móviles sacando fotos para después publicarlas en alguna página porno.
Éso es lo qué hace confundir nudistas con exhibicionistas por ejemplo.
A mí marido y a mí nos encanta vivir desnudos en casa, en las playas nudistas….
Pero somos gente normal y no somos gente rara.
La gente rara es la qué nunca se ha desnudado y se ha bañado desnuda en el mar.
Porqué son gente acomplejada de su cuerpo y no pasa nada por aceptar como eres y aceptar tú desnudez.
Cuándo acepten éso podrán desnudarse en una playa nudista.
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