El Fútbol Club Barcelona ha puesto en marcha una campaña con el hashtag #TodosSomosLeoMessi con la intención de lavar la imagen del futbolista e incluso la del propio club. La junta directiva considera que se está tratando a Leo Messi de manera injusta y su portavoz ha dicho que no van a tolerar que se le trate como a un delincuente.
El jugador ha sido recientemente condenado a pagar una multa de dos millones de euros y a una pena de veintiún meses de cárcel -que no cumplirá- por tres delitos fiscales.
Si acumulas dinero en paraísos fiscales, si creas sociedades offshore para evitar pagar impuestos en el país en que resides, o si, como en el caso de Messi, defraudas 4,1 millones de euros a Hacienda no puedes pretender que el resto de los mortales te siga teniendo en los altares.
Leo Messi puede que sea uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia, eso nadie lo duda, pero también es un defraudador como Urdangarín, Bárcenas o todos esos ciudadanos decentes que se acogieron a la amnistía fiscal de Montoro, gracias a la cual regularizaron -en parte- su situación.
Considero que un club de fútbol no debe lanzar una campaña de este tipo en nombre de todos sus socios porque se hace un flaco favor a sí mismo y porque como institución, como equipo o como empresa pone todos los valores de los que presume en entredicho; además -y esta es quizás la razón más importante- justifica en cierta medida los delitos cometidos por cualquiera de sus jugadores, intentándolos reducir a su mínima expresión y cometiendo una grave falta de respeto a todos los socios que condenan comportamientos como los del número 10 del Barça.
Así que yo no soy Leo Messi. Yo no gano 30 millones de euros al año -ni los ganaría en treinta vidas-, no tengo dinero en paraísos fiscales, no defraudo a Hacienda y no recurro a ningún tipo de triquiñuelas o argucias para pagar menos impuestos. Lo más sensato -al menos para mí- sería que el Fútbol Club Barcelona prescindiera en cuanto fuera posible de Leo Messi y que se preocupara más por exigir a sus jugadores, entrenadores, socios y junta directiva integridad y transparencia. Y cambiaría el número 10 de la camiseta por el 4,1.
Fernando Prado.