Su mamá, como otras tantas mamás cuando mueren sus bebés, no abandonan el cuerpo inerte de su hijo o hija, lo llevan con ellas y no permiten que se hunda. Así expresan su duelo y durante algunos días hacen su emotivo ritual.

En las costas de Canadá vive Tahlequah, la mamá que no se separó de su bebé muerto durante 17 días. Tahlequah en los últimos 8 años no ha conseguido que sus bebés sobrevivan y eso le ha causado mucho sufrimiento. Lo que le pasa a los bebés de Tahlequah con el paso del tiempo se ha convertido en la norma y no en la excepción, la falta de salmón y el ruido de los barcos son las causantes de la mortandad. Cada vez les resulta más complicado a los y las bebés sobrevivir en el mar que ha sido su hogar desde siempre.

 «Tahlequah pasó por mi ventana hoy con otras ballenas, y luce vigorosa y saludable. La terrible experiencia de verla llevar a la cría durante al menos diecisiete días y mil millas ha terminado…» dijo en un comunicado Ken Balcomb (director fundador del Centro de Investigación de Ballenas de los EEUU.)

Augusto Metztli.

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