Unos chavales, a los que llaman “youtubers”, se van a un pequeño país escondido entre montañas que hasta hace cuatro días era un paraíso fiscal. Cambian de domicilio fiscal porque, dicen, Hacienda los putea. Es comprensible. El sistema tributario no es justo, eso ya lo sabemos.

Vamos a hablar de putear. A mí también me fastidia pagar impuestos. Hacienda me putea, a todas horas; cada vez que compro el pan, lleno el depósito de combustible o enciendo la luz de la cocina. Hacienda es un ente cuya omnipresencia es indiscutible. Pero entiendo que debe ser así. Todos queremos infraestructuras modernas, servicios públicos eficientes, una educación de primera, una atención sanitaria de vanguardia y una pensión que nos permita vivir dignamente cuando ya no sirvamos para nada más que para pasear y ver cómo avanzan las obras del edificio que construyen dos manzanas más abajo y cuidar de un nieto malcriado.

Señores “youtubers”, si por pagar muchos impuestos os sentís puteados, es porque no tenéis idea del mundo en el que vivís, porque sois miopes o sufrís de amnesia selectiva. Entiendo que os la sude todo, porque sois jóvenes y tenéis pasta, pero de vez en cuando os convendría salir de la habitación a echar un vistazo.

Fernando Prado.

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