
Gabriel Rufián puso tres balas de fogeo sobre el atril del Congreso de las Diputadas, donde todos y todas se llenan la boca con palabras y artículos de la Constitución, que se usan para lanzárselos de derecha a izquierda y visceversa, sin aplicarlos de verdad en la vida cotidiana de la gente.
Las tres balas de fogueo las recogieron en el lado marroquí de la frontera con Melilla, se utilizaron para amedrentar a las personas migrantes que intentaron saltar la valla, y además de eso, la gendarmería utilizó también piedras. Cuando estaban en el suelo, heridos y exhaustos, las apilaban, lanzaban como bultos, y las pateaban.
Murieron 37 personas según diversas ONGs que trabajan en la zona. Hubo «devoluciones en caliente» y casi un centenar de heridos.
Todo eso sucedió a las puertas de Europa. Pedro Sánchez, presidente de España, dijo al respecto: “Lamentamos la pérdida de vidas humanas, en este caso de personas desesperadas que buscaban una vida mejor y que son víctimas e instrumentos de mafias y delincuentes que organizan acciones violentas contra nuestra frontera” y «Nunca me cansaré de expresar mi apoyo a la Guardia Civil y la Policía. También agradezco la labor de la Gendarmería marroquí. Marruecos combate y también padece esa violencia”.
El artículo 15 de la Consitución española dice: «Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes».
Lo único que le indignó a Pedro Sánchez fueron las tres balas de fogueo (pagadas con dinero europeo) exhibidas en el Congreso de las Diputadas. Solo eso.
Augusto Metztli.
*¿Te gustó el artículo y la ilustración? ¿Nos apoyas con 2$, 5$ ó 10$ al mes en patreon? o también puedes hacerlo en Ko-fi a partir de 3€. Llevamos más de ocho años ilustrando la actualidad. GRACIAS